Carpe diem. Pero para Dios.

Hay quienes piensan que no hay infierno y por tanto que hay que vivir el «carpe diem» de cualquiera que sea la manera. Que hay que disfrutar todo lo que se pueda. «A vivir, que son dos días». Porque -dicen- como no hay cielo, ni infierno, qué más da. A disfrutar. A pecar. «Que me quiten lo bailao». Lo cierto es que hay cielo, hay Dios, hay infierno, hay juicio y hay almas en el infierno, en el purgatorio y el cielo. Escuchen la grabación.