La hora de la misericordia

La hora de la Misericordia son las 3 de la tarde. Las 15 horas. A esa hora, según es tradición, entregó el alma nuestro Señor Jesucristo. Esa es la hora en la cual, según Él mismo recomendó a santa Faustina Kowalska, todo el que pueda haría bien en rezar el Vía Crucis. O por lo menos hacer una visita a un oratorio. O rezar una oración. Es el momento diario de la Misericordia.

Del diario de Santa Faustina Kowalska

A las tres, ruega por Mi misericordia, en especial para los pecadores, y, aunque solo sea por un brevísimo momento, sumérgete en Mi Pasión, especialmente en Mi Abandono en el momento de Mi Agonía. Esta es la hora de la gran misericordia para el mundo entero. Te permitiré penetrar en Mi Tristeza mortal. En esta hora nada le será negado al alma que lo pida por los méritos de mi Pasión.

Del Diario de Santa Faustina Kowalska. Punto 1320.

Si Jesucristo mismo ha prometido a santa Faustina que no negará nada al alma que pida a esa hora por los méritos de su Pasión, hay que aprovechar esta oportunidad. Para pedir por los pecadores todo lo que podamos. Y por las almas del purgatorio.

Pónganse una alarma en el teléfono o en el reloj. O mejor aún pídale a su ángel custodio que le avise. Haga como quiera, pero no se olvide: cada día a las 15 horas tiene una cita con la divinidad.

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